lunes, 25 de enero de 2016

La lista de la compra

¿Planificamos correctamente nuestra lista de la compra?

Supermercado

Esta semana voy a hablar de lo importante que es la lista de la compra en nuestro día a día. Es posible, que muchos no le den importancia a esta actividad tan cotidiana en nuestras vidas, pero sí que tiene su importancia y me gustaría explicarles por qué.
Planificar la lista de la compra es una actividad que nos ayuda a: organizar nuestras comidas, control del gasto económico, no perder alimentos, consumir únicamente lo que queremos, evitar comprar productos innecesarios por ofertas y evitar productos que no queremos incluir en nuestra dieta.

Primero y aunque parezca que no tiene importancia, es adecuado ir a hacer la compra sin hambre, acudir al supermercado después de comer y con tiempo suficiente. ¿Por qué es bueno ir sin apetito a comprar? Porque si vamos al supermercado con hambre, es posible que compremos productos que realmente no queremos consumir en casa. Cuando tenemos hambre, tendemos a tener antojo de comer comida que realmente no nos va a saciar, como cosas dulces o papas fritas de bolsa. Son productos que nos aportan demasiadas calorías que debemos evitar. Sin embargo, cuando tenemos apetito, es raro que el antojo sea una manzana, un zumo natural, un bocadillo de pavo y queso bajo en grasas,… Por lo que con mucho apetito, hay que tener cuidado cuando hacemos la compra. No olviden que comer 5 veces al día en cantidades moderadas nos ayuda a evitar esas sensaciones de mucha hambre y esos antojos.

Segundo. Tenemos tres formas de hacer la compra. La primera, es hacer la compra de diario. Esto quiere decir que no hacemos una planificación y que vamos comprando en base a lo que vamos necesitando durante las semanas. La segunda forma sería una compra semanal, que puede estar basada en una planificación y compramos en base a lo que hemos planificado o ir comprando lo que más o menos usamos durante la semana en casa. Por último, la compra mensual, que también puede estar sujeta a una planificación de lo que vamos a comer cada día o una idea general de lo que solemos consumir (esta forma suele ir acompañada de alguna compra semanal de productos que se ponen malos pronto, como las verduras).

DIARIA: es adecuada para personas que viven cerca de un supermercado que les abastece de todo lo que necesitan y pueden ir con facilidad a hacer la compra. Lo bueno de esta forma es que los productos que caducan rápido los pueden reponer fácilmente. Comprar carnes o pescados cuando saben que los van a consumir. Lo que sucede con este tipo de compras es que es más difícil hacer un cálculo de lo que gastamos mensualmente, ya que son muchas compras pequeñas a lo largo de las semanas. Además del tiempo que consumimos en ir a menudo al supermercado.

SEMANAL: suele ser adecuada para personas que no tienen un supermercado cerca y tienen que desplazarse. Lo mejor, es planificar lo que vamos a comer cada día, para elaborar una lista de la compra en base a lo que vamos a consumir y comprar lo que queremos. De esta forma es más difícil salirnos de la lista y comprar productos por antojo o que realmente no necesitamos. Se pueden comprar verduras y frutas, ya que aguantan bien una semana. Las carnes y pescados se pueden congelar hasta el día que lo consuman. Hay un control económico más cómodo, son menos desplazamientos y evitamos comprar productos que realmente no queremos.

MENSUAL: Sucede parecido con el tipo anterior. Es ideal para personas que tienen que desplazarse mucho para hacer la compra. Permite aprovechar las ofertas del tipo 3x2 ya que hacemos la compra para todo el mes. Hoy en día se puede comprar pan congelado, verdura y carnes congeladas, que ayudan a que este tipo de compras puedan funcionar. Lo ideal es comprar algo de verdura y fruta fresca durante el mes (normalmente hay una verdulería y frutería cerca de casa) y la compra grande hacerla en un supermercado grande una sola vez. Es fácil llevar las cuentas y tenemos un control de lo que compramos. Además, los desplazamientos son mucho menores y evitamos gastar gasolina o en transporte público. Para hacer este tipo de compra, hay que tener una idea de lo que consumimos normalmente al mes de cada alimento, se puede ir haciendo una lista general a medida que se hace esta compra varios meses y llegará un momento en el que sepan que cantidades son las que consumen al mes de cada producto.

Cada persona o familia adapta su forma de comprar a su situación, tanto económica, localización y organización. No es lo mismo una pareja, en la que trabajan los dos miembros y no pueden ir a hacer la compra todos los días ni cocinar platos elaborados todos los días, que una familia en la que un miembro de la pareja si tiene tiempo para esta función. A la primera familia le interesa hacer una compra semanal o mensual y planificar lo que van a comer, para así saber cuánto tiempo tardaran en elaborar su comida. Saber que vamos a comer durante la semana nos ayuda a elaborar una lista de la compra con lo que queremos y tener en casa todos los productos que necesitamos. La otra familia en la cual uno de los miembros tiene tiempo para comprar y preparar platos con más tiempo, tendrá otro tipo de alimentación y la compra posiblemente se haga de forma diferente.

En cualquiera de los casos, se recomienda hacer una planificación general, para comer durante la semana algo de carne, verduras, legumbres, frutas,… Si nos tomamos un día a la semana para planificar nuestras comidas, podremos tener una dieta equilibrada y sana.

Compra

Y por último, la motivación. Puede que piensen ¿Qué tiene que ver la motivación con todo esto? Pues la tiene. La motivación nos ayuda a cumplir nuestras metas a corto y largo plazo. Si tenemos la motivación para mantener una dieta equilibrada, cumplir con nuestra lista de la compra, elaborar nuestros propios platos,… intentaremos llevarlo a cabo y además, nos sentiremos bien. Para muchas personas ir a hacer la compra es aburrido y no les aporta nada. Igual que hay muchas personas que no les gusta la cocina. Comer, todos tenemos que comer, nos guste o no. Lo ideal es intentar tomárselo con ganas, planificar platos que se preparen en poco tiempo y que sean fáciles. Para las personas que no les gusta la cocina, basta con tomarse unos días para buscar recetas fáciles, cosas amenas, que sean buenas y a partir de ese punto, hacer la compra. Si funciona, seguir con el plan y de vez en cuando ir añadiendo alguna receta nueva. Así evitan comprar comida preparada durante la semana y usan recetas que son rápidas.

Para las personas que les gusta la cocina, será más fácil planificar sus comidas, hacer la compra y preparar la comida. A los que no les guste, saquen un poco de ganas, busquen una meta a largo plazo y lleguen a ella cumpliendo metas a corto plazo y poco a poco, verán como organizan mejor su compra y sus comidas.

Me gustaría comentar también que el planificar nuestra lista de la compra y ajustar lo que compramos a lo que consumimos, tiene otro aspecto muy positivo. Actualmente, en los países desarrollados se desperdicia mucha comida en buen estado. Con una planificación adecuada de la compra y de las comidas, lo que buscamos es intentar desperdiciar la menor cantidad posible de alimento, que acabará convirtiéndose en basura en los vertederos.

Hay trucos, para intentar desperdiciar lo menor posible en casa. Una opción es no tenerle miedo al congelador. Cuando nos sobra comida como para una ración, nunca se sabe cuando alguien llegará a casa con muchísima hambre, si congelamos esa ración, la podremos usar en algún momento. Lo ideal es tener un buen sistema a la hora de congelar los alimentos, tener siempre a mano pegatinas y un permanente para poner que alimento es y la fecha en que se congeló. Congelar en tupper o en bolsas preparadas para el congelado. Tener a mano tuppers de diferentes medidas.

Si tenemos una carne a punto de ponerse mala, podemos preparar un potaje, unas lentejas, cualquier cosa de este tipo y congelarla o consumirla. Las cremas o los potajes, si se descongelan y se hierven en un cazo, quedan prácticamente igual de buenas que el día que se preparó. Lo ideal es aprovechar los alimentos que tenemos en casa a punto de caducar para evitar tirar alimentos.

Compra

Otro aspecto importante son las fechas de consumo preferente o las de caducidad. Cuidado con esto, porque muchas veces se tiran yogures que están en perfecto estado para consumir, lo único que pasa es que después de la fecha de consumo preferente va perdiendo algunos componentes del producto, pero sigue siendo apto para consumir. La fecha de caducidad es la que indica que el producto no debe ingerirse pasada esta fecha. De todos modos, a la hora de ingerir un producto, todos usamos nuestro sentido común y sabemos cuando algo está en mal estado. Podemos tener un producto en nuestras manos dentro de las fechas de consumo que está malo o al revés.

Espero que les haya ayudado un poquito con la lista de la compra, si tienen cualquier duda, ¡pueden preguntarme! Un saludo y hasta la próxima receta.

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