Ketchup casero

INGREDIENTES:

- Aceite	- 500gr de tomate
- 1 Cebolla	- 1/2 Cucharadita de pimentón dulce
- 1/4 Cucharadita de pimienta de cayena molida	- La puntita de una cucharadita de clavo molido
- Pizca de sal	- Pizca de canela
- 1/2 mostaza en polvo	- 1 Cucharada sopera de vinagre de vino o manzana
- 2 Cucharadas soperas de azúcar o un chorrete de miel

PREPARACIÓN:

Esta receta tiene algo de historia. Realmente comencé haciendo una salsa de tomate normal para una lasaña (ya publicaré la receta). Comencé con unos 850gr de tomates. 

Cogí en una cacerola y puse la cebolla picada (sin picarla muchísimo) y la puse a pochar un buen rato a fuego bajo hasta que se quedó transparente y soltó un poco de su propio jugo. Luego incorporé los tomates cortados en 4. Casi media hora los tuve al fuego y les iba dando vueltas de vez en cuando. Antes de parar el fuego les añadí la pizca de sal y dos cucharadas soperas de azucar, removí bien y paré el fuego. 

Retire el cazo del fuego y con la minipimer trituré el contenido. De aquí saque unos 3 cucharones para la lasaña y luego continué con mi ketchup.

Volví a colocar el caldero al fuego, ahora es cuando tengo unos 500gr de tomate. en el fuego coloque la cucharada sopera de vinagre, unas gotas de salsa perrins, pimienta negra molida pero no mucha, la media cucharadita de mostaza en polvo y de pimentón dulce, una pizca de clavo, pimienta de cayena y canela. Removí todo y finalmente le puse un chorrito de miel.

Por eso digo que le podéis poner o azúcar o miel, yo soy más de usar miel. Podéis hacer como yo y sacar de una sola vez dos salsas de tomate, cuando trituráis sacáis un poco y tendréis una salsa de tomate normal que viene buenísima para fajitas, arroz blanco, lasañas, pizzas,... y con el resto, le añadís los ingredientes y tendréis un rico ketchup casero. Las cantidades de especias son al gusto, si quieren más canela, pues ala y así con todas.

Para conservar las salsas yo lo que hago es: pongo a hervir un rato tarros de cristal con sus tapas. las saco del agua y relleno bien, tapo los botes y les doy la vuelta un cuarto de hora. Ya están perfectos para aguantar un tiempito en la nevera o en tarros de plástico en el congelador.